Tenemos la creencia de que nuestro propósito de vida es la felicidad. Por eso, ante la pregunta de: “¿Cuál es tu propósito de vida?”, la respuesta más común es: ser feliz.
Sin embargo… ¿conocemos exactamente qué hay detrás de esto?
Cuando hablamos de propósito, hablamos de meta u objetivo. Algo que aún no hemos conseguido. Por lo tanto, si no has conseguido estar feliz, ¿qué te hace pensar que lo conseguirás si no lo has experimentado?
Y es que llegados a este punto, puedo decirte que estoy más que segura que ya has conseguido estar feliz. ¿Lo recuerdas? Sí, te hablo de esos pequeños momentos. De esos que sólo tú sabes.
Porque al final, la felicidad es un estado de ánimo. Viene y se va. La felicidad como cualquier emoción “considerada positiva”, está sobrevalorada (bajo mi juicio).
¿Realmente necesitamos ser felices? Y en el caso de que así sea, ¿por cuánto tiempo? ¿Es realmente sano “ser felices” la mayor parte del tiempo? ¿O por lo contrario necesitamos legitimar esta emoción como cualquier otra? Aceptar los momentos de felicidad al igual que aceptamos los momentos de tristeza. Aceptar la felicidad igual que debemos aceptar el miedo. Porque ahí están cada una de nuestras emociones. Diciéndonos algo, dándonos un mensaje el cual muchas veces tratamos de apagar viviendo en modo “piloto automático”.
A veces tan sólo necesitamos parar. Escucharnos. Mirar hacia adentro aunque destapemos la caja de pandora (sí, sí, esa que te da tanto miedo abrir). Porque al final si me pides que te defina la felicidad, te diré que para mi es el sentimiento de sentirte en paz contigo misma. El sentimiento de aceptarte con tus luces y tus sombras. Y el sentimiento, por lo tanto de haber pasado de felicidad como exaltación de la alegría, a felicidad: como en bienestar interno.
Así que llegados a este punto, la felicidad no es un propósito de vida que te vaya a potenciar; sino más bien, te va a limitar. Incluso a frustrar porque no hemos entendido realmente la diferencia entre ser feliz y estar feliz.
Por eso hoy más que nunca, necesitas escuchar este podcast para poder entender de que lo te hablo. Para ponértelo una y otra vez en bucle para que te repitas a ti misma que tu propósito de vida no es la felicidad.
Tu propósito muy seguramente sea, ayudar a otras personas. ¿A qué? Eso te lo contaré en otro podcast para que lo apliques a tu marca personal tal y como lo trabajamos en el programa de mentoring.
Y ahora, recoge esos pequeños momentos. Cuéntame, ¿qué es para ti la felicidad?