¿Sabías que tú también puedes escoger a tus clientes?
Igual ante esta reflexión, ahora mismo tu cabeza esté estallando. Estés detectando algunos corto circuitos e incluso te está entrando el miedo. Y es que precisamente hoy te hablo de miedos. Un miedo ante la idea de que al decir no a tus clientes, éstos se vayan a tu competencia.
¡Bendita competencia! Espero que llegados a este punto de tu emprendimiento, hayas aprendido a definir muy bien a tu cliente ideal y estés detectando con quién no te apetece trabajar.
¿Pero puedes escoger a tus clientes, de verdad? ¡Por supuesto que sí! Y debes. El miedo que te está bloqueando, es el mismo miedo de esa vocecita interna que te dice que no puedes conseguir el cliente que te mereces porque no eres lo suficientemente buena. ¡Pero qué me estás contando! Hazte un favor y envía a esa vocecilla y a tu crítica interna de paseo. Porque si precisamente algo tienes, es que te esfuerzas día a día para ser muy buena en lo que haces. ¿O me equivoco?
Y si te estás preguntando si esto es posible, sí. He invitado a más de una clienta a que busque lo que quiere con otra persona, porque sin duda yo no soy la persona indicada para trabajar de esa forma. Es más, si te has fijado en el programa de mentoring, no puede entrar cualquier persona. Antes de entrar al programa, tenemos una sesión estratégica con las alumnas potenciales para ver si hay conexión y si su proyecto hace “match” con nuestra filosofía.
¿Es esto imposible? No. Sólo debes creer en ti y en el oro que tienes en tu servicio.
Por eso, en el podcast de hoy te voy a contar cómo puedes gestionar estas situaciones para evitar que te frustres y consigas creer más en ti y en lo que ofreces.
¿Qué opinas tú de esto? ¿Con cuántas clientas te has encontrado con las que no has sentido esa energía para poder trabajar juntas?