Casi 10 días, casi 10 días fuera de casa impartiendo formaciones en ciudades como Kiev, Krasnodar o Rostov. Ha sido toda una experiencia y no solo por formar a médicos en inglés (lo cual era todo un reto para mí), sino por todo lo vivido y la triste noticia que viví en primera persona con el trágico accidente que sucedió en Rostov, Rusia.
Pero por ahora, nada de cosas tristes, vamos a coger fuerzas que se nos vienen 10 días por delante de retos y nuevas experiencias.
KIEV, UCRANIA
Después de hacer escala en Riga, Letonia y coger el último vuelo hacia Kiev, Ucrania; ya habían transcurrido unas 7-8 horas desde que empecé el viaje. Siempre se agradece que haya poco tiempo de espera en el aeropuerto hasta que coges el siguiente vuelo, pero una ciudad tan preciosa como Riga, hubiera estado muy bien ¡conocerla! 🙂
En Kiev, era la primera vez que impartíamos una formación con los nuevos distribuidores de Anubis Cosmetics en Ucrania, por lo que estábamos todos llenos de ilusión y con muchas ganas de ver la acogida que tendrían todos los masajes y tratamientos. En Kiev no habla nadie en inglés, por lo que gracias a Dios contaba con Julia, mi traductora que también fue mi embajadora durante toda mi estancia allí.
En seguida conecté con Julia así como con las distribuidoras de allí, Oksana, Elena y Julia (otra Julia). Me trataron muy bien en todo momento, muy serviciales y amables. Incluso me invitaron a su habitación donde celebramos mi llegada y descubrí algunas de sus costumbres como el constante consumo de té (allí lo llaman “chai”), descalzarse nada más entrar por la puerta o incluso que la famosa ensaladilla rusa de aquí, allí se llama “Oliver” y tiene poco que ver a como la conocemos en España! Estuvimos aprovechando para ponernos al día así como comentar en que consistirían las formaciones que impartiría en los dos siguientes días; el primer día sería formación de los diferentes tratamientos “estrella” de la casa a los distribuidores de Ucrania, el segundo día una formación específica de masajes y el tercer día, lo dedicaríamos a enseñar a las asistentes la parte práctica de los masajes.
Me quedé con las ganas de soltar mi vena “cosmetóloga” que tanto me gusta, sobre los diferentes principios activos, funciones, etc… Ya veis que cuando me da por hablar de productos e ingredientes disfruto como una niña.
Ese día estuvo muy bien, todas las clientas quedaron encantadas y valoraron mucho el trabajo y las indicaciones en las que yo hacía especial hincapié a la hora de realizar cualquier tratamiento.
Al contrario de lo que mucha gente crea, siempre que viajo por trabajo, es por trabajo; por lo que nunca puedo visitar nada de la ciudad ni disfrutarla mucho, ya que acabamos siempre tarde y ya enlazamos con la hora de cenar. Sin embargo ese día, Julia la traductora, me llevó a cenar por el centro y aprovechamos para pasar por algún que otro sitio emblemático de la ciudad.
Soy una persona muy abierta a conocer otras culturas, por lo que le pedí que me llevara algún sitio típico de la zona donde pudiéramos comer comida típica de allí. He de decir que todos los días aprovechaba para pedir comida típica ucraniana, y estaba muy buena; era en su mayoría comida que se notaba que no era comida rápida, sino que había mucho tiempo de dedicación allí.
El último día tuvimos poco tiempo, ya que mi vuelo hacia “la que sería mi primera gran excursión” salía del aeropuerto a las 20.00. Aproveché para estar con las clientas del día anterior y practicar con ellas los diferentes masajes que realizamos en Anubis específicos para que los pudieran poner en práctica.
Me quedé sorprendida con lo económico que sale comer, etc… en Ucrania… ¡comíamos por 3-5 euros!
Lamentablemente como Ucrania y Rusia están en conflicto, eso supone no tener un enlace directo a Rusia en vuelos, por lo que estaba lista para mi excursión de Kiev – Riga – Moscú – Krasnodar.
KRASNODAR, RUSIA
12 horas después y sin haber podido dormir con el trajín de los 3 vuelos y las escalas que tuve que hacer, llegué a Krasnodar sobre las 08.30 de la mañana. Allí me esperaba Natalia (la traductora que hablaba inglés) y el conductor (¡oh Dios mío! olvidé su nombre), para llevarme al hotel a que me aseara y más tarde recogerme para ir a comer. Solo tenía un par de horas, así que aproveché para ducharme, lavarme y secarme el pelo (amigas mías, ya os haréis una idea de como iba de justa de tiempo); fui a comer con Natalia a un sitio típico Ruso que pareció de lo más encantador.
Aprovecho para contaros que si vais a Rusia o a Ucrania, más vale que llevéis un manual de signos o algo similar ya que ahí está todo escrito en Ruso y no entienden inglés (¡ni en el aeropuerto!). Natalia fue muy amable conmigo en todo momento, yo me dejaba aconsejar para pedir comida típica de allí y Natalia acertó de lleno con lo que me recomendó. De primero pedí una sopa típica de allí (tenía que haberme apuntado el nombre… os iréis dando cuenta de lo mala que soy para recordar nombres) que estaba buenísima aunque me dejó bastante llena, por lo que iba planteándome si comer o no el conejo que había pedido después pero… ¡que narices! una no va a Rusia todos los días. El conejo que me trajeron estaba delicioso (mil perdones a las personas veganas o vegetarianas… no daré más detalles sobre esto), y acabé comiendo una especie de tarta de chocolate… solamente para coger fuerzas.
Después fuimos a la central, ellos son distribuidores de Anubis en Rusia y además tienen centros de formación por (casi) todo el país donde forman a médicos y cosmetólogos. Ya me fue bien coger fuerzas, porque estaba apunto de enfrentarme a mi primer reto: cosmetología para médicos ¡y en inglés!. ¡¡Que ganas!!
Estuve toda la tarde con una de las doctoras de allí respondiendo toda clase de preguntas sobre los productos, principios activos, cuando usarlos en los diferentes tratamientos… No hablaban en inglés, así que yo se lo iba explicando a Natalia (Natasha en ruso :)) y ella iba traduciendo al ruso. Después de cientos de dudas y preguntas y de haberme quedado satisfecha conmigo misma por el trabajo realizado, me disculpé con Natalia por no poder ir a cenar con ellos ya que en ese momento llevaba más de 24h sin dormir y con todo el cansancio de los vuelos, por lo que estaba tan cansada que mi estómago decidió también descansar y cerrarse…
El resto de días fue muy completo; el día siguiente formación con sus médicos siguiendo contestando a varias preguntas de cosmetología y masajes, más sitios bonitos para comer y sumando experiencias.
Aprovechando que venía yo, organizaron un evento tipo fiesta en Krasnodar donde contrataron a un showman que hacía espectáculo vestido de torero, DJ, fotógrafa, cátering de productos “españoles”… todo un show para sus clientes donde lo que buscábamos era que se lo pasaran bien mientras veían el tratamiento de 1h y 30min de Effectivity con dos tipos de masajes (en el que uno de ellos incluye unas piedras de energía) y en el que hacemos especial hincapié en cuidar y mimar a la clienta en todo momento sin perder una sola vez el contacto con ella. El show salió genial, incluso me hicieron bailar y no paré de reír; la gente de Krasnodar es muy amable, muy abierta y sentí que valoraban muchísimo mi trabajo. Incluso me aplaudían después de realizar el tratamiento, cosa que en España no se hace y oye, a una como que le sube la moral. Todas querían hacerse fotos conmigo y yo estaba que no me lo creía, me sentía famosa por un momento; incluso me asombró que una de las clientas ¡fuera seguidora de mi canal de Youtube!
ROSTOV, RUSIA
A unas casi 4h de Krasnodar, nos trasladamos a Rostov para repetir el evento del día anterior. Pasamos la noche allí para que al día siguiente (¡mi última formación en Rusia!), hiciéramos el mismo evento que hicimos en Krasnodar. Todo fue igual de bien, las clientas encantadas y muy agradecidas. Con muchas preguntas las cuales contestaba para ayudarlas lo máximo posible.
Un break para reponer fuerzas con un cátering exquisito y alguna que otra curiosidad como la fuente de té dorado que encontré en una de las mesas muy típica rusa.
Acabamos con juegos, más fotos con todas las asistentes y una foto final para memorar ese día.
El día fatídico
Una vez terminadas todas las formaciones, tuve la oportunidad de volver hasta Krasnodar para coger el vuelo desde allí hacia Barcelona (haciendo previa escala en Moscú), sin embargo ya que estaba en Rostov, la opción más sencilla era quedarme en Rostov y volar hacia Barcelona (también con previa escala en Moscú). Ya llevaba una semana fuera de casa, por lo que preferí coger el vuelo de las 3am en Rostov y llegar a Barcelona sobre las 10.30am (hora local, ya que en Moscú son 2h más que en España). Sobre la 1am estaba ya en el aeropuerto y caía una tormenta bastante fuerte, por lo que no me extrañó cuando mi vuelo se retrasó desde las 3am hasta las 5am, teniendo miedo de no poder enlazar el vuelo Moscú-Barcelona, pero ¡que remedio! No recuerdo la hora exacta que fue, sé que fue de madrugada cuando vi desde la sala de espera del aeropuerto en la zona de puertas de embarque una luz por los cristales bastante grande, al haber tormenta lo relacioné con un relámpago, sin embargo fue mucho peor de lo que imaginaba ya que fue la explosión del vuelo de Dubai…
Sobre las 5am nos dijeron que el aeropuerto quedaba totalmente cerrado (bueno, todo esto en ruso claro, suerte que encontré una pareja que iba también hacia Barcelona y el chico hablaba inglés, por lo que me iba traduciendo todo). Nos preguntábamos que podía haber pasado, pero solo nos dijeron que había ocurrido un accidente que más tarde nos completaron la información sobre el avión de Dubai que se había estrellado en el suelo del aeropuerto de Rostov dejando a unos 60 muertos… No daba crédito, estaba en estado de shock… al cabo de una hora más o menos comenzaron a llegar los familiares llenos de dolor, que pena sentí. En seguida envié un mensaje a mi familia para que no se preocuparan por si podían ver ese accidente en la televisión, ya que yo estaba en el mismo aeropuerto.
A las 7am nos confirmaron que vendrían unos autocares para llevarnos al aeropuerto de Krasnodar (¡como es la vida!) ya que era el más cercano de allí para que pudiéramos volar hacia Moscú; hecho que aún no sabían con certeza ya que estaba cayendo una tormenta de nieve en Moscú. A las 12pm llegamos al aeropuerto de Krasnodar, donde Natalia (la traductora de nuestro distribuidor en Krasnodar) se presentó en el aeropuerto para ayudarme en todo lo que me hiciera falta y a hacerme compañía hasta que cogiera el vuelo, donde me indicó que no me preocupara de nada, ya que en Moscú me esperaría la directora de su central de allí para ayudarme y hacerme compañía hasta las 8pm que cogía mi vuelo a Barcelona…
24h más tarde y sin dormir llegaba a casa sana y salva y dándoles infinitas gracias al equipo de Lucky House, Rusia en especial a Natalia (Krasnodar) y Kate (Moscú) por su amabilidad, hospitalidad y calidad humana.
CONCLUSIÓN DEL VIAJE
Ha sido uno de los viajes en los que más he aprendido, y no solo a nivel profesional, sino a nivel personal donde he conocido personas estupendas que me han ayudado en todo momento a sentirme como en casa y a que no me faltara de nada y estuviera bien en todo momento.
Para mi era un reto realizar una formación de cosmetología a doctores ¡en inglés! y ya puedo decir que, ¡reto conseguido! Me llenó de alegría cuando Mariana, la directora del departamento médico de Krasnodar bajó a felicitarme por mi buen trabajo, y no solamente eso, sino que envió en cuanto yo estaba en Barcelona, un e-mail de agradecimiento a los jefes (cosa que se agradece muchísimo), por mi buen trabajo y por haber resuelto todas las dudas de los médicos. Guauu!! ¡Enormemente agradecida!
Solo espero seguir creciendo, aprender miles de cosas nuevas, trabajar de formadora que es lo que le lleva apasionando desde que conseguí ser profesora de estética hace ya unos 9 años…
Así que gracias, gracias, gracias.
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5 respuestas
Una bonita experiencia a pesar de la tragedia y tantas horas de viaje que agotan. Me han encantado las fotos, que interesante probar platos nuevos, como buena foodie habría hecho como tu, jejeje.
Muchas gracias Sabrina!! De todo se aprende y es un placer probar cosas nuevas! Jeje un abrazo
Cuanto me alegro que disfrutaras de tu trabajo,de que aprendieras tanto y de que te valoren ,ahí se nota la profesionalidad de una persona,todo eso,son experiencias que te hacen ser mas grande de lo que eres,y mas fuerte.Lamento mucho por otra parte que tu viaje no hubiera sido mejor organizado por los vuelos,ya que el descanso es primordiál para poder responder bien en tu trabajo,pero debes ser de hierro,porque ¡lo conseguiste!¡enhorabuena!.Aveces la gente envidia a los demas porque viajan tanto por su trabajo,pero como dices tú,casi no te da tiempo de ver nada,ya que haces horarios laborales y cuando acabas,o ya esta todo cerrado o estas tan cansada que solo quieres descansar.Siempre veo tus trabajos cuando los editas y e de reconocer que eres mas que buena,se nota que amas tu profesión.¡Animo!,sigue así,espero poder seguir disfrutando de tus consejos y ver como creces cada dia mas,aunque para mi,eres una crack.
Muchas gracias por tus palabras!! Un abrazo!!